28 janeiro 2007

LA QUEMA DEL JUDAS - (3)

Por Pablo Cúneo

Ya podemos ir viendo entonces que en el grupo de los Judas que llevan el nombre de figuras queridas y admiradas se da el mismo mecanismo que permite al niño preservar de la castración a dichas figuras.

¿Podemos encontrar el mismo sentido de la práctica en el grupo de Judas que representan a Iscariote?

Frazer nos describe la práctica de la Quema del Judas como representante de Iscariote en Alemania para liberarse del granizo, para ello dice que se construye una enorme cruz de madera forrada de paja y cuando esta comienza a arder la gente comienza a gritar “estamos quemando a Judas”. La cruz aparece aquí en representación de Judas Iscariote.

En este mismo sentido puedo aportar datos de mi propia observación. Así en una de las quemas que presencié, antes de que se sacara el muñeco para ser quemado un niño se colocó donde iba a ser puesto el muñeco y con los brazos extendidos como si estuviera crucificado dijo: “este es el Judas”. Terminada la quema del muñeco otro niño dijo refiriéndose a Judas: “para mi era un hombre bueno, porque si Dios era bueno y lo mataron y los Judas también se cuelgan sería como cuando murió Dios”.

Podemos ya suponer que la figura amada y admirada que se encuentra tras Iscariote no es otra que la de Jesús.

-Viviana de 10 años y Paula de 8 son hermanas y relatan como queman al Judas.

E- ¿Cómo lo queman?

V- en una cruz.

E- ¿y la cruz como la hacen?

V- con palos.

E- ¿dónde lo ponen al Judas?

V- al Judas lo ponemos atado en los brazos, atado a la cruz y después le ponemos bombas adentro.

Al investigar la figura representada por el muñeco obtuve de Viviana lo que sigue.

E- ¿tiene nombre?

V- no, no le pusimos nombre.

E- ¿y por qué se llama Judas?

V- para mí porque lo mataron el 24 de diciembre.

E- ¿a quién?

V- al Judas.

E- ¿al Judas?

V- si, me lo dijo mi padre, me dijo cerca de Cristo pero ya no me acuerdo.

Obsérvese ¡qué cerca!, para usar las palabras de Viviana, está Judas de Jesús. Ocupa su lugar, es quemado en la cruz y confundido con éste.

Ahora bien, Viviana no solo confunde a Judas con Jesús, cuando responde “lo mataron el 24 de diciembre” también confunde la fecha en que este último fue muerto con la de su nacimiento. Ya vimos la inversión de la práctica de la Quema en el Uruguay, único país en que se destruye al Judas en Navidad en la noche del 24 de diciembre, a diferencia de los otros países en que se lo destruye en Semana Santa, el viernes, sábado o domingo. Creo que ahora estamos en condiciones de poder explicar ésta inversión si tenemos en cuenta que el Judas es destruido en el lugar de una figura amada y admirada aún en el caso en que en lo manifiesto represente a un personaje odiado y rechazado. Ya sea en Navidad o en Semana Santa la Quema del Judas precede al nacimiento o al nuevo nacimiento de Jesús (su resurrección). En otras palabras, destruyendo al Judas se mantiene vivo a Jesús de la misma manera que se lo destruye en lugar del mejor amigo, del primo, del abuelo o del héroe deportivo.

Hemos hallado, pues, que los dos grupos de Judas constituyen una misma unidad de sentido tras las oposiciones manifiestas. En ambos grupos los Judas sustituyen a una figura amada y admirada que preservan de la castración.

La siguiente entrevista permite profundizar y comprender aún más, qué trata de preservar el niño en la Quema.

-Se trata de un niño de 13 años cuyo nombre como se verá dejamos al final no por capricho.

E- ¿le pusiste nombre?

J- Sebastián.

E- ¿por qué?

J- no se.

E- ¿conoces algún Sebastián?

J- si, un amigo.

E- ¿qué haces con el muñeco?

J- lo quemo, lo lleno de bombas.

E- ¿y por qué se quema, escuchaste algo?

J- si, porque lo crucificaron a Judas.

E- ¿a quién?

J- al Judas.

E- ¿y por qué se llama Judas?

J- debe ser por algún niño.

E- ¿tu cómo te llamas?

J- Jesús.

Luego de quemar al muñeco en lugar de su amigo Sebastián, nuestro joven entrevistado Jesús, coloca al Judas en el lugar del Jesús bíblico para escapar así de ser crucificado él mismo. La respuesta que da al preguntársele sobre el nombre de Judas lo dice todo “debe ser por algún niño”.

Se trata de un niño de 11 años que según él quema al Judas para evitar la mala suerte.

E- ¿le pusiste nombre?

C- Alejandro.

E- ¿por qué?

C- porque es mi segundo nombre.

E- ¿le pusiste por eso?

C- si.

E- ¿tu primer nombre cuál es?

C- Cristian.

La práctica de la Quema del Judas nos muestra la interrelación de mito y rito. Ambos permiten expresar al niño sus conflictivas relaciones intrapsíquicas, así como sus conflictivas relaciones humanas marcadas por el amor y el odio. La tradición nos da el mito (no importa aquí la verdad histórica o no del mismo) mientras el rito da una solución que le permite a cada sujeto que participa de éste expresar su conflictiva edípica con su consiguiente angustia de castración.

No sorprende encontrarnos pues con leyendas de Judas que hacen de éste un verdadero Edipo con su propio mito de nacimiento de héroe. Según nos dice A.Boureau la Leyenda de la vida de Judas nace en la segunda mitad del siglo XII y se la encuentra en una cincuentena de manuscritos en el siglo XIV. Veamos el resumen que nos da Boureau de la Leyenda Dorada de Jaques de Vorágine escrita en 1265: “Luego de haber concebido de Rubén (salido de la tribu judía de Dan), Sipora sueña que dará a luz un hijo lleno de vicios que causará la ruina del pueblo judío; los padres, después del nacimiento de éste hijo, se deshacen de él poniéndolo en un cesto y lanzándolo al mar. El termina en una isla cuya reina sin hijos, adopta a Judas. Enseguida esta reina trae al mundo un hijo que Judas persigue y mata luego de haber descubierto que él mismo no era hijo natural de la reina. Después Judas fue a Jerusalén y se pone al servicio de Pilatos. Entonces, un día, éste último siente el deseo violento de gustar de las manzanas que cuelgan en un jardín vecino; Judas corre para allá, se atropella con el propietario, sin saber que se trata de Rubén, su padre y lo mata. Pilatos da entonces los bienes y la esposa de Rubén a su asesino. Luego de algún tiempo, Judas descubre que se unió a su madre mientras la escucha contar sus desgracias. Para espiar, se va junto a Jesús quien luego de escucharlo lo recibe entre sus discípulos y luego sus apóstoles, luego Judas traiciona a Jesús y se cuelga”.

En el marco de este contexto no sorprende encontrar niños (un porcentaje menor de los entrevistados) que identifican a los judíos con Judas. He observado que esta identificación se da en ambos grupos de Judas, ya sea cuando Iscariote o directamente los propios judíos aparecen como los asesinos de Jesús, como cuando el muñeco lleva nombres de figuras admiradas donde también el nombre de Judas es asociado a los judíos. En este segundo caso observé Judas que llevan los nombre de amigos, del padre y de figuras famosas de la televisión.

Veamos la siguiente entrevista que permite observar el lugar del judío en continuidad con nuestro análisis de la práctica, a la vez que muestra la angustia que se mueve en los niños.

-Gerardo de 9 años estaba terminando de coser los pantalones del muñeco, mientras Nelson de 8 años apodado el mono y Mario de 9 jugaban y pedían plata acompañados por otros niños.

E- ¿le pusiste nombre?

G- si.

Otros niños- Serafín.

G- le puse Nelson.

E- ¿conoces a alguien con ese nombre?

Otros niños- si, el mono (señalan con risas al niño que está al lado de G).

G- si, el mono (hay risas de todos), ¡ah, yo no se coser esto!

E- ¿por qué te parece que se llama Judas?

G- porque es un muñeco.

M- porque mató a…

N (el mono)- por los judíos.

M- porque mató a Jesús (M termina la frase interrumpida por N).

G- ¡ah!, qué estúpido, porque es judío no, porque es un muñeco y porque se le puso Judas de nombre.

M- porque es un podrido, es un asesino.

G- señor está diciendo pavadas (se refiere a lo que expresó M).

Otros niños- a Jesús mató, mató a Jesús.

Mientras Gerardo le puso al Judas el nombre de su amigo Nelson, éste ante la angustia de castración al ser el Judas, es decir viviéndolo como su propio fin como lo expresan los demás niños al decir que Judas es Serafín, lo identifica con los judíos. A su vez Gerardo angustiado no puede seguir cosiendo el muñeco mientras intenta convencernos a todos que el nombre Judas tiene que ver con el muñeco como tal y con nadie más.

¿Se puede considerar la práctica de la Quema del Judas como una práctica antisemita?

Sería un error calificarla como tal, el tipo de respuestas y la proporción de las mismas así lo muestra. El punto central, y esto depende de la educación, es si los judíos quedan identificados o no con Judas.

La práctica debe comprenderse desde un sentido más amplio como una oportunidad de expresar la conflictiva edípica con su consiguiente angustia de castración. Así, la tradición judía tiene su propio “rito de la Quema” en la festividad de Purim. En ella se conmemora gracias a la acción de Ester la derrota de Amán en su intento de exterminar al pueblo judío. Ha sido costumbre en dicha festividad erigir un muñeco que representa a Amán para maltratarlo y luego quemarlo. J.Frazer supone que Purim tiene su origen en festivales en que un rey de burlas era muerto en el lugar del rey. ¿Será, pues, una mera casualidad que aún hoy en las academias talmúdicas se elija por parte de los estudiantes un Rav especial de Purim para hacerle como dice Yaacov Vainstein (1975) “bromas alegres y descaradas”. No deja de ser altamente significativo que en el rollo de Ester no aparezca en ningún momento el nombre de Dios (para la tradición judía el nombre escrito de Dios tiene un valor sagrado al punto que los manuscritos que llevan su nombre no pueden ser destruidos). Agreguemos que la festividad de Purim constituyó una oportunidad más en la Edad Media, en este “malentendido dos veces milenario”, de acusar a los judíos de reproducir en forma burlesca la crucifixión de Jesús. Parece ser que no es fácil aceptar el odio al Padre -no puede comprenderse la dinámica implícita sino se percibe el interjuego de identificaciones que se dan en ambos lugares, intercambiables como son, del que castra y el castrado (el castrado se transforma en castrador y viceversa)- así como tampoco el amor al mismo. (En un notable estudio, El judío de Shakespeare, Eduardo Krapf (1951) muestra la angustia a la madre fálica en la base del antisemitismo, en el que el judío queda identificado como figura castradora a la vez que como niño merecedor de ser castrado) .

Freud señaló la angustia de castración debido a la circuncisión como explicación del antisemitismo, comprenderla en el marco de aquella estructura que el descubrió en cada ser humano y en la cultura es continuar por el camino abierto por él.

El falo es el significante de la castración nos dice Lacan, pues bien, el judío aparece como el significante de la castración -como no podía ser de otra manera- en una civilización que ha hecho de un hijo de este pueblo su Dios e Hijo Divino.

Bibliografía

-Barroso, Gustavo - A traves dos folclores. S.Paulo, 1927.

-Carvallo-Neto, Paulo de - Diccionario del folklore ecuatoriano. Casa de la cultura ecuatoriana. Quito, 1964.

-Boureau, Alain - L’ inceste de Judas. Essai sur la genése de la haine antisémite au XII siécle. Nouvelle Revue de Psychanalyse. Paris.

-Frazer, George James - La rama dorada. F.C.E. México, 1961.

-Gonzalez Obregón, Luis - La vida en México en 1810. Bouret. México, 1911.

-Krapf, Eduardo - El judío de Shakespeare. Una contribución al estudio del antisemitismo. Revista de Psicoanálisis. Tomo VIII: Nº2. Buenos Aires, 1951.

-Maynard Araújo, Alceu - Folclore nacional,ritos,sabença, lingnamen, artes e técnicas. Melhoramentos. 1964.

-Olivares Figueroa, R. -Diversiones pascuales en Oriente y otros ensayos. Ardor. Caracas, 1949.

-Paradella, Ramón - Un vintén p’al Judas. Contribución al folclore de Montevideo. C.E.F.U. Montevideo, 1965.

-Plath, Orestes - Folclore chileno. Pla tur. Santiago, 1962.

-Sancho, Nieves de Hoyos - Folklore de Hispanoamérica. La Quema del Judas. Revista de Indias. Año X Nº 41. Madrid, 1950.

-Vainstein, Yaacov - El ciclo del año judío. Departamento de educación y cultura de la Organización Sionista Mundial. Jerusalem, 1975.

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