Escucha, poeta de la permanencia, del cambio y del conflicto,
¿no es acaso la lengua como el río
y según el autor del Fedro y el Cratilo
las letras con sus formas, la arcilla del olvido?
Hosti el extranjero, metáfora que nace
y luego el enemigo
metáfora que muere, el léxico nos convence
y la memoria se oscurece
¿Qué queda ya de aquella, la metáfora primera?,
sino unas tenues huellas que el tiempo ha diluído
o quizás el tiempo haya hecho nada
y el extranjero haya sido siempre el mismo,
sombra de lo ajeno, sombra del olvido
¿Acaso con las letras que el alma nos devela
no lo hemos comprendido?
Recebido por e-mail de Pablo Cúneo, psicanalista do Uruguai
Um comentário:
Muito belo o poema. Minha admiração ao Pablo Cúneo e a ti Rogério por sua simpatia. Que faz com que os mais distantes lhe mandem pérolas.
Um abraço,
Cesar Kiraly
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